El mes de Jeshvan es el segundo mes del calendario hebreo moderno.
El nombre de este mes no figura en la Biblia. El mes carece de festividades judías de importancia. Sin embargo, este mes ofrece a cada individuo la oportunidad de seguir en el proceso de introspección personal, iniciado durante las solemnes celebraciones del mes precedente, brindándole así la oportunidad de plasmar
los cambios logrados en el proceso de los quehaceres cotidianos.