Autor: Eli Suli
Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes estaban a punto de conquistar todo el norte de África, y como parte de la campaña de exterminio de los judíos europeos, incluso habían comenzado a recopilar listas de nombres y direcciones de los judíos de Marruecos para facilitar su concentración. Según el plan, debían establecer un campo de exterminio como Auschwitz en el desierto del Sahara.
En esos momentos, Marruecos estaba bajo el dominio del régimen de Vichy, un gobierno que colaboraba con la Alemania nazi. Este régimen, que gobernaba desde 1940, había despojado a los judíos de sus derechos civiles y restringido su entrada a las escuelas y a algunas profesiones. También había confiscado propiedades judías y tolerado pogromos esporádicos contra los judíos por parte de los musulmanes locales.
Sin embargo, aunque las leyes antijudías de Vichy fueron implementadas, la comunidad judía marroquí no fue deportada a los campos de concentración, en gran parte gracias a la intervención del sultán Mohamed V, quien protegió a sus “súbditos judíos”.
Pero gracias a la protección divina, los alemanes no tuvieron tiempo de llevar a cabo su plan, porque el 8 de noviembre de 1942, las fuerzas estadounidenses y británicas invadieron Marruecos, Argelia y Túnez, que estaban ocupados por los nazis, y en sólo ocho días derrotaron a los alemanes y a sus socios franceses de Vichy. Esa conquista aliada fue un regalo del cielo para los 330.000 judíos de Marruecos.
Para conmemorar este acontecimiento, la comunidad judía de Casablanca declaró ese día de la liberación aliada de 1942 como “Purim Hitler” o “Purim de Casablanca”. Entonces, en 1943, el sofer (escriba) y more (maestro) de aquella ciudad, Prosper Hassine, transcribió en un manuscrito que se llamó “Meguilat Hitler” todo ese milagro, donde se relata la persecución de los judíos en Marruecos durante la Segunda Guerra Mundial.
Siguiendo la estructura de la Meguilat Esther, este manuscrito presenta a Hitler como un “Hamán moderno” que intentó destruir al pueblo judío, pero cuyo plan fue frustrado por la intervención de fuerzas aliadas, quienes hicieron el papel de Ajashverosh y Mordejay.