Autor: Eli Suli

 

Es sabido que Louis Armstrong fue un virtuoso trompetista, y el mas grande y famoso músico de jazz, tanto que, su estilo influyó en muchos músicos y su carrera abarco cinco décadas a través de diferentes épocas de del jazz. Sin embargo, algo que no muchos saben, es que, la historia de este famoso personaje afroamericano, a quien apodaban “Satchmo”, estuvo muy influenciada por una familia judía.

Durante toda su vida, Louis Armstrong siempre amó al pueblo judío, por el que sentía una gran admiración. Una de sus primeras inspiraciones musicales de este verdadero prodigio musical, fue una familia de vendedores ambulantes judíos lituanos, para los que Louis trabajó cuando era un niño, en Nueva Orleans.

Armstrong había nacido en 1901 en Nueva Orleans, en el estado de Luisiana, y creció en un ambiente violento y hostil, en el que los negros eran muchas veces víctimas de la violencia racial, por lo que, constantemente eran maltratados y humillados. Su infancia fue muy difícil, ya que su padre, Willie Armstrong, abandonó a su familia cuando nació Louis. Mientras que su madre tuvo que luchar sola para mantener a la familia, llevando una vida de pobreza y llena de penurias. El barrio donde vivían era tan pobre y peligroso que, se lo conocía como “Campo de Batalla”. La comida no era suficiente, y tanto Louis, su madre y su hermana, tenían que dormir en la misma cama. Entonces, Louis decidió salir a trabajar desde niño para poder ayudar a alimentar a su familia, por lo que tuvo que abandonar la escuela primaria y buscar un trabajo. Entonces, la familia judia Karnofsky, empleó al pequeño Louis para recoger chatarra y entregar carbón.

La familia Karnofsky vivían cerca del “campo de batalla”, al otro lado de las vías del tren, en un barrio de familias blancas de clase baja, junto a otras familias judías recién llegadas de Lituania. Eran una comunidad unida que se ayudaban a enfrentar el antisemitismo que los rodeaba, aunque no se comparaba con los pogromos en Europa. Armstrong luego relato como la familia Karnofsky, junto a las demás familias judías, tenían que enfrentar la persecución de las otras comunidades blancas que se consideraban superiores a los judíos…

“Yo era sólo un niño de siete años, pero percibí el trato inhumano hacia los judíos, y cómo los blancos trataban a la pobre familia judía para la que yo trabajaba. La segregación era rampante y se aplicaba con dureza en Nueva Orleans. Era raro ver a una familia blanca que abriera su hogar y su corazón a un niño negro, sin embargo, los Karnofsky me recibieron en su casa y me trataron con cuidado, afecto, y respeto, por lo que les estoy inmensamente agradecido. Era común que me invitaran a comer con ellos, lo que me llevó a estarles agradecidos durante toda mi vida”

La familia Karnofsky tenían cinco hijos, que se hicieron amigos del niño Louis. Los dos niños mas grandes de la familia judia, Alex y Morris, junto con Louis, iban tocando por las calles un silbato de hojalata, para ofrecer carbón y chatarra a la gente. Increíblemente, aquel silbato infantil fue el primer instrumento de Louis Armstrong.
La familia Karnofsky también era muy musical. Armstrong atribuyo el desarrollo de su estilo musical al estímulo y a la ayuda financiera que recibió de esta familia, y contó lo siguiente:
“El pueblo judío tiene un alma maravillosa. Siempre aprecié y aprecio todo lo que cantan. Yo me unía a ellos cantando una canción de cuna para dormir al bebé de la familia. La Mamá Karnofsky llevaba al pequeño bebé en brazos y lo acunaba, entonces todos cantábamos hasta que el bebé se dormía, y luego todos nos deseábamos buenas noches. Fueron los Karnofsky quienes me inculcaron el amor por el canto en mi corazón”.

 

 

Desde el escritorio de la Editora

Rosalynda Cohen

Tu B’Shvat es una festividad que se celebra el 13 de febrero se considera el año nuevo de los árboles lo cual tiene significado en las Leyes Agricolas de la Torá. Es el día 15 del mes de Shvat que comienza a asomarse los primeros brotes de vegetación. Es una fiesta de la naturaleza. Es uno de los cuatro años nuevos en el calendario hebreo. Tu B’Shvat no es solo un nuevo comienzo para los frutos y los árboles de la tierra de Israel, sino que también señala un nuevo comienzo para nosotros como individuos y como pueblo y sociedad judía.

EDITORIAL DEL 1° DE FEBRERO

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