Una encuesta elaborada por el Instituto Panel Politics, y difundida por el diario Maariv, sugiere que, si se llevarán a cabo las elecciones, el partido gobernante Likud, del primer ministro, Benjamín Netanyahu, sería la agrupación política más votada con 29 escaños (actualmente el Likud cuenta con 36 diputados).
El partido religioso nacional Yamina, del diputado Naftalí Bennett, obtendría 22 escaños (actualmente tiene solo cinco diputados en el Parlamento).
Entre los partidos ultraortodoxos, el sefaradí Shas retendría sus nueve escaños; mientras que el askenazi Judaísmo Unido de la Torá conservaría firmemente sus siete diputados.
El socio de la coalición, Azul y Blanco, liderado por el ministro de Defensa, Benny Gantz, caería a diez legisladores (actualmente tiene 15 escaños en la Knéset).
La alianza de centro Yesh Atid-Telem, encabezada por los diputados Yair Lapid y Moshé Yaalón, conseguiría 18 diputados.
El partido nacionalista secular Israel Beitenu (Israel Nuestro Hogar), del diputado Avigdor Liberman, lograría ocho escaños.